Como el agua y el aceite


1937

La pasión se ha contenido
en un frasco de sorpresas
no lo abras por ahora
es tiempo de vida nueva.
Aquí estoy.

            En el mismo  lugar  con el mismo amor a lo vivido. Han pasado años no se cuantos, la distancia me sigue conmoviendo y me inspira a los mas bellos poemas.
 Me muevo desde el silencio, estoy sembrada de rosas y ortigas. La primera tiene espinas, la otra guarda en sus hojas este ardor de fuego.
Equivocado estás al decir que los cristales son frágiles a las tempestades y al olvido. Nada se olvida todo revive,  simplemente he necesitado  el tiempo de la vida, para crecer dentro de mi corazón, para poner en las copas de los árboles  los pájaros que se habían volado, correr las  cortinas de los relojes, esos que me hicieron correr detrás de to, en una tarde larga .
Sembraste la miel de la ternura, la miel de la poesía, el dolor enamorado a la distancia,  junto besos perdidos en riberas intactas. Todo  está aquí, comprendí que el alma del juglar debe vivir libre, para poder crear los versos que traspasan el fluir de la sangre ,  mas halla de la intensidad del amor, pasión, lujuria, las rimas  huelen a caricias,  mezcla de grises y amarillos, mezcla de soles y tormentas.
Hablar, es entrar en mundo increíble, donde la fantasía nos baña con la realidad de un río, un barco que parte,  una  ventana abierta por donde escapa el último suspiro de la tarde, donde la dulzura  toca con su lengua el último peldaño del instante y la pasión desnuda nuestros cuerpos embebidos en champaña. Y una valija de recuerdos escribe la mitad de nuestra vida. .Aprende, poeta enamorado  la nada existe,  algo existió en la nada., se que duele revivir pasados.
Soy mezcla de Juana y lejanía, un recuerdo un amor no olvidado,  una piel, un desatino .No hablemos ni de muerte ni de olvido, tan solo de poesía, nuestra musa es infinita, somos libres como el viento que tantas veces nos llevó en sus brazos, cabalgando entre nubes prisioneras,   y alados torbellinos, que duermen en el vientre del pecado.  

  

FUIMOS

Que suerte  la de haber labrado juntos
momentos encendidos, luz intima.
Profunda placidez de un sol errante
gozosa, entre tus  brazos me dormía.
Los sueños en la ausencia se hacen eco,
¡tremenda soledad  es la caricia!
que pide a la pasión que la renazca,
desnudando el milagro de estar viva.
Será acaso la fuerza que poseen
tus profundos poemas que me gritan,
el recuerdo de risas y de cielos
loca quimera,  alegre lozanía.
Seguirá nuestro  amor rondando tiempo,
nostalgia aprisionada que delira,
mirarte en el deleite del temblor
para esconder el llanto que me agita.
La luz de lo vivido ya consume
el fresco viento al cual pertenecías
¿Seré el ocaso  que naufraga solo
en la corriente azul de alguna isla.
Atravesarás signos zodiacales
mezcla de Yan y Yin en la vigilia,
Yo seré la que amo más siendo amada.
Tu. . . tú serás la piel que crucificado

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