Tú
¡Ven a pasar tus labios en mi frente!
¡Ven a pagar el fuego de mi sed!
Martín Coronado
hombre errante
hazme snetir el fulgor ardoroso
traspasando mi sangre
en un goce lento y encendido
hazme el amor
oyendo el quejido de la piel
mientras mis pezones se endurecen
estallando entre tus piernas
aromas de incienso y mirra
no alcanzan a perfumar
el olor de nuestros cuerpos
hemos llenado la fuente de la vida
con el deleite
más antiguo de la humanidad
Raúl
Muslo
desnudo, vigoroso seno puro
como la luz que lo acaricia.
Alfonsina Storni
he parido este amor
en el instante
que pujaba tu ausencia
de mi cuerpo
he mordido el cordón que nos unía
y he sangrado por ti
hoy que te pierdo.
Ignacio
Cuando esta virgen era prostituta
soñaba con casarse y zurcir calcetines.
Mario Benedetti.
ninguna mujer es fiel
ni aún aquella que ama.
si su cuerpo responde a ti
su mente brinca
como saltamontes encendido
entre sueños
se cuelga de un pecho hirsuto
sabor jubiloso
delirio desbocado
tú roncas ella sueña
sus deseos estallan
en la redondez de su trasero
un bramido de amor que no escuchas
se entremezcla de goces y de rojos
otro hombre posee sus placeres
en el Edén del lecho y el Olimpo
tú roncas ella sueña.
Amado
¡Ah! ya me siento abrir como un rosal.
Ven a beber mis mieles
soberanas
Delmira Agustini
este ardor
baja por mi
cuerpo
penetra en los
costados de mi vulva
enciende el duelo
que se inclina
en el corpiño de
la luna
ella será la que
ilumine el lecho
y la desnudez
pinte el asombro
he de tatuar tu
nombre en mis ojeras
letras de sangre
encenderán mi espalda
de mujer sola y
pantera en celo
callaré
por siempre y
para siempre
mis tinieblas
evocan a Vulcano
donde la soledad
es utopía
del
desgarro del viento y sus cantares
Octavio
Bajo el ardor de mis ojos
sus senos se maduraban.
sus senos se maduraban.
Alberto Angel Montoya
nada sabes de mí
si soy gozosa a tus caricias duendes
salgo en las noches desnuda y atrevida
busco al hombre fuego
que ha de complacerme
no me importa su tez ni su belleza
solo le pido amor
que cobije el deleite tan gozado
hable a la fugaz aurora
encuentre en el espacio de su fuerza
el torrente de luz que ha de brindarme.
Iván
Boca que
arrastra mi boca.
boca que me has
arrastrado
Miguel Hernández
entreabro las
piernas
un relámpago
hechicero
se hace escorpión
en el desván
reclamas
a mi deshabitado
cuerpo azabeche
la intimidad
viciosa del deleite
bajas para
encontrar mi mariposa
y devorar
al cómplice
orgasmo desvestido